Quede claro que, de momento, este alegre pareado no es más que una ensoñación de muchos ciudadanos.
No
tanto por pensar que el que venga después pudiera ser mejor, cuanto por darnos
el gustazo de quitarnos de encima a este verdadero “cilindrón” que tenemos por
Presidente de gobierno.
Sin
embargo, como se descuide, pudiera ocurrir que, una vez cumplido parcialmente y
con notable éxito su papel de liquidador de una buena parte de nuestros derechos
civiles y una vez medio destripado el patrimonio público, sus amos, visto que
ya no resulta útil (ni presentable), tras haberle extraído el jugo, decidan
escupirlo como el hueso de una aceituna.
Esta
ocurrencia me ha venido a la mente al cruzarme hace un par de horas con una
ristra de furgones policiales que enfilaban presurosos la calle Fernando III El
Santo rumbo a la Plaza de Alonso Martínez.
Ahora,
al regresar de mi excursión, me he encontrado con la calle Génova cortada y,
tras bordear el “perímetro de seguridad”, he topado con algunos cientos de
paisanos, aparentemente pertenecientes a la Plataforma de Afectados por La Hipoteca.
La
novedad es que había bastantes más policías que manifestantes y además impedían
el acceso a la glorieta de Alonso Martínez, manteniendo al personal confinado
en la plaza de Santa Bárbara.
Mal
vamos, Mariano.
Cuídate
la espalda que estos de la Santa Compaña europea (Troika) y Frau Mérkel son
unos desagradecidos. Y cualquier día te mandan el finiquito.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario