El pasado jueves un vecino de los que acompañaba la
concentración matutina de usuarios y trabajadores a la puerta del hospital La
Princesa, me facilitó la carta que (en fecha indeterminada, porque no la pone) le
había remitido el Sr Consejero de Sanidad con el pretexto del envío de la “nueva
Tarjeta Sanitaria que hemos expedido a su nombre”.
Reproduzco, con los datos personales
alterados (para evitar conflictos con la Ley de Protección de Datos), tanto la
carta recibida de la Consejería con la reproducción de la “nueva” y la “vieja” tarjeta,
como la carta que dicho vecino tiene previsto remitir (si no lo ha hecho ya) al
Sr. Fernández-Lasquetty.
A continuación, dicho vecino, se
preguntaba una serie de cuestiones que, a mí personalmente (y creo que a la
gran mayoría de la ciudadanía), me parece que no
debiéramos pasar por alto.
Por mi parte, además de coincidir en las apreciaciones de dicho vecino y
animar a todos los que reciban la “nueva Tarjeta Sanitaria que hemos expedido a su nombre” a escribir al Sr. Consejero para
hacerle esas mismas (u otras) preguntas, quiero resaltar estas tres cuestiones:
1 Además de suponer un gasto innecesario, el sustituir tarjetas con 6 años (o
más) de vida útil por delante, me asalta la sospecha de si la “gestión” de
dicha sustitución y el envío de las cartas no habrá sido objeto de otro
contrato de “externalización” similar al del envío de las “vidas laborales” por
parte del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Si así fuera, además de un despilfarro (que en cualquier caso lo
es), estaríamos ante un nuevo episodio de desvío de fondos públicos a empresas
privadas. Sería bueno averiguar cuánto cuesta, y quién se beneficia de dicho
contrato.
2 No entiendo mucho de leyes, pero por lo que sé, la Seguridad
Social es un organismo Estatal que aún no ha sido desmantelado (y confío que
nunca lo sea).
Y la supresión del número de la Seguridad Social de un documento
mediante el cual se prestan los servicios sanitarios se me antoja irregular
desde el punto de vista administrativo y me pone en guardia contra la posible
voluntad de desbaratar la “unidad nacional” en uno de los pocos temas en que
todos los españoles (salvo los depredadores y vampiros profesionales de fondos
públicos) estamos de acuerdo en mantenerla.
3 Recomiendo leer despacio la carta (del Consejero) y meditar sobre
las mentiras encubiertas que incluye el texto en cuestión y que, como muy bien
dice el vecino, suponen una descarada y miserable apropiación del patrimonio y
el esfuerzo común de muchos años y muchas gentes por parte de un pinchaúvas de
un partido político que pretende insinuar que les debemos la “ellos” la Sanidad
Pública española que actualmente están desmantelando en beneficio de determinados
mercaderes.
Si un día me mandan la susodicha carta, aparte de escribir al Sr.
Consejero, pienso guardar la nueva tarjeta y seguir utilizando la que tengo
hasta que caduque.
No entiendo mucho de informática; Pero supongo que en el mismo momento en
que hagas cualquier gestión con la nueva tarjeta anularán la que tenías.
Y estoy convencido de que no será con ninguna buena intención.
Saludos.
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