Tras unos cuantos días de espeso silencio, por una parte
lógico por cuestiones de procedimiento y por la otra (mayor) parte aún más lógico
por lo espinoso del tema, parece que finalmente podríamos decir, parafraseando
el título de la pelicula de Federico Fellini, “E la nave, va”.
Me refiero a que finalmente parece haberse impuesto una
cierta lógica en la elección de los presidentes del Congreso y el Senado italianos.
La lógica (y la decencia) de la negativa de Pier Luigi
Bersani a pactar con el impresentable Berlusconi.
Y la lógica (y el sentido común) de algunos “grillini” (de
Sicilia mayormente) de desobedecer las consignas del “jefe” y apoyar al
candidado del Partido Democrático para evitar la elección del (candidato) del
impresentable Berlusconi.
Este primer envite, se ha resuelto con dignidad y sin que
nadie, salvo D. Beppe Grillo (por su empecinamiento y aparente autoritarismo),
haya tenido que perder la cara, ni renunciar a sus principios.
Fin de la primera parte, fin de la primera parte, y ahora
viene la segunda, que es la más interesante (estribillo
que se inercalaba en las coplas de ciego que escuché en mi niñez).
Como soñar no cuesta, sigo apostando porque el Sr. Bersani
podrá formar un gobierno “monocolor” (en bendita minoría) que tan sólo podrá
sacar adelante las cuestiones que susciten un cierto consenso y, eso, con la
garantía (se supone) de que los “grillini” bloquearán cualquier inciativa de
expolio de derechos que venga de europa y “los mercados”, se me antoja una
situación envidiable y prometedora.
A ver si hay suerte y (entre todos) logramos reconectar las
tensiones de Chipre, Grecia, Portugal y nostros mismos hasta alcanzar el
voltaje necesario para mandar a hacer puñetas estas políticas de depredación
que sólo son posibles por nuestra falta de entendimiento y coraje.
Saludos.
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