Ayer, durante la manifestación que
nos llevó hasta desde la Princesa hasta el Centro de Especialidades García
Noblejas (no éramos, ni siquiera, cien mil. Pero teníamos casi cien mil razones
para manifestarnos), alguien puso en mi mano el texto que a continuación
reproduzco.
No es más que una nueva llamada de atención (más bien “petición de
socorro”) a los ciudadanos para que defendamos nuestros hospitales y centros
públicos como parte de nuestra lucha para defender nuestros derechos civiles y,
en este caso, el derecho a la salud.
Lo reproduzco porque, tras informarme todo lo que he podido escuchando a “tirios”
y “troyanos”, he llegado a la conclusión (tampoco había que ser demasiado
listo) de que todo lo que en dicho “papel” se afirma es Verdad.
Y uno de los mecanismos de defensa que tenemos los ciudadanos (además de
la protesta) es la información veraz y sin exageraciones.
Por este motivo, dado que algunas personas (trabajadores sanitarios
incluidos) parecen empeñadas en restar credibilidad a este tipo de denuncias,
reproduzco también este “ukase” que alguien (con “vara de mando” en el hospital
de la Princesa) dictó para que sean los propios trabajadores del García Noblejas
y centros aledaños quienes le hagan el trabajo sucio a la Gerencia y desvíen a
los pacientes hacia los negocios “privados” con el cuento de la existencia de
unas inexistentes listas de espera en los servicios de diagnóstico de los
centros públicos.
Como puede comprobarse, en esta orden (disfrazada de “ruego”) se pide
remitir la realización de las pruebas a un total de 18 centros distintos de los
cuales tan sólo 4 son públicos
Tras hablar con médicos y enfermeros de algunos de esos servicios en La
Princesa y centros adscritos a este antiguo Área, llego a la conclusión que
dicha afirmación es rotundamente falsa.
Y, desde aquí, invito al personal de dichos servicios a que, si es
posible, abiertamente identificándose con su nombre y su puesto (como han hecho
y están haciendo ya algunos trabajadores de otros centros) y si lo consideran “perjudicial
para su salud” (laboral) con la discreción que estimen conveniente, faciliten
los datos reales de que dispongan tanto a los Sindicatos y representantes de
los trabajadores, como a los periodistas y a todos los que intentamos defender
honestamente la Sanidad Pública.
En mi opinión ello no constituye ningún acto de deslealtad, ni de
revelación de secretos sino simplemente una alerta sobre uno de los frentes del
desmantelamiento del Sistema Sanitario Público, el saqueo de sus recursos, la
malversación de sus dineros y, peor aún que todo eso, el engaño a los
ciudadanos.
Saludos.
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