Pese
a mis años, no tuve conocimiento de quien era Sthepàne Hessel hasta la
publicación de su libro “Indignaos”.
Y
por tanto sería pretencioso por mi parte ponerme a perorar sobre sus virtudes
cívicas y la importancia de su obra.
Pero,
una vez hecha esta confesión, añado que, desde que leí su panfleto y por lo
poco que fui averiguando de su persona, me pareció que se trataba de un “hombre
decente” además de inteligente, lúcido y correoso contra la barbarie de lo políticamente
correcto.
Por
eso hoy, con ocasión de su fallecimiento a los 95 años, dejo aquí este “recordatorio”
que le dedica Rosa María Artal en eldiario.es.
Y,
añado:
Efectivamente,
aparte de deshacernos en elogios, “Es nuestro turno”
De
nada servirá el ejemplo de personas como este hombre, (o el, aún más cercano y
también nonagenario, José Luis Sampedro), si nos limitamos a “cantar sus
alabanzas” sin despegar “el culo” del asiento (de nuestro conformismo e
inhibición)
Requiescat in pace.
Saludos.
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