Tal
y como (a mi juicio) corresponde, al negocio de Eurovegas, sin haber siquiera
empezado, ya se le empieza a ver "el cartón" (como a las cabezas de las muñecas
de mala calidad).
Por
un lado, ya se informa de que hoy los terrenos, como mucho, valdrán 120 €/m² aunque
“Alguno de los dueños, en pleno boom inmobiliario, llegó a desembolsar hasta
240 euros”.
Peor
aún: Si el gobierno regional se decidiera por la “expropiación” el precio se
podría situar en los 30€/m².
Con
estos datos y teniendo en cuenta que se supone que el proyecto se desarrollará
(los dioses no lo quieran) sobre una superficie de 750 Hectáreas (7.500.000 m²),
se pueden hacer unos “números gordos” muy sencillitos.
“A”
Si usted fue de los “listos” que se anticipó y compró terreno hace unos años es
posible que hoy tenga motivos para lamentarlo ya que:
Si
usted compró a 240 €/m²; por cada hectárea adquirida, habrá perdido la bonita
cifra de 1.200.000 € (eso si logra revenderla a 120 €/m²).
Ahora
bien, si hay expropiación y le pagan 30€/m², la pérdida ascenderá hasta los
2.100.000 €/Ha.
“B”
Sin embargo, si usted es el promotor del “tinglao” (Mr. Adelson) y tiene que
comprar 750 hectáreas a 120 €/m² necesita un cheque de novecientos millones de
Euros (900.000.000 €)
Pero
si el Gobierno Regional considera que se trata de un asunto de interés público
y decreta la expropiación, Mr. Adelson tan solo necesitará un cheque doscientos
veinticinco millones de Euros (225.000.000 €) en cuyo caso se habrá ahorrado
675.000.000 €. Y podría perfectamente, con una pequeña parte de ese dinerito,
hacer feliz a más de una familia.
Por
ese motivo, los actuales dueños de los terrenos están empezando a buscar
aliados que hoy metan dinero (y mañana, si es preciso, un tiro ente ceja y ceja
a quien se “atraviese”), y, simultáneamente, a preparar pleitos contra la
administración.
Ya
que empiezan a sospechar que el verdadero negocio puede no estar en ser los
dueños del suelo, sino los “redactores” del Boletín Oficial.
Y,
a estas alturas, ya hay quien, con bastante conocimiento de la “trastienda” del
asunto, empieza a tirar de algunos hilos que, con el tiempo y un poco de suerte
(nuestros ojos lo vean), pueden dejar (como en la escena de la biblioteca de El
nombre de la Rosa) en cueros a los "actores".
Quede
claro que doy por sentado que los Sres. de El Confidencial no son meros espectadores
y están arrimando el ascua a alguna sardina.
Pero
quede claro, también, que -si las cosas salen como pienso (y cómo piensan
algunos otros)-, en este festín, los platos principales se cocinarán con la
carne de los grandes depredadores.
Y
a nosotros, infeliz pueblo llano, con un poco de suerte “sólo” nos quedará la
secuela de tener que enterrar los restos y recomponer la vajilla que se
destroce.
Pero
nos habremos librado de la mugre que producirían la puesta en marcha y el
funcionamiento de semejante engendro.
Saludos.
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