La
mayoría de nosotros aún no nos hemos enterado de que la Deuda Pública (que
nunca fue un grave problema para este país) se ha convertido en “Impagable”
Y
eso de “Impagable” no es una opción ideológica; sino simplemente una realidad
matemática, tan inexorable a estas alturas como el curso de los días.
En
dos años, la hemos (prácticamente) duplicado para reponer el dinero que los
bancos y los promotores han estafado a los ciudadanos.
Y,
además, en un claro ejercicio de “malversación (europea) de caudales públicos”, en lugar de tomar el
dinero directamente del Banco Central Europeo (nuestro banco público) que tiene
una impresora para fabricarlo, se lo estamos “suplicando”, con un interés de “usura”,
a los mismos ladrones e irresponsables cuya quiebra tratamos de retrasar, a
quienes “nuestro banco”, prácticamente, se lo regala.
En
estas condiciones, al margen de opiniones, la realidad es que, en cosa de unos
pocos meses será público y notorio que España (y Grecia, Portugal, Irlanda e Italia) no podrá pagar la Deuda Pública (ni siquiera malvendiendo su
patrimonio, sus empresas y sus servicios) y, en un plazo algo mayor, pero no
muy lejano, tampoco podrán hacerlo Francia y algún otro país.
Por
eso, para que vayamos entendiendo la magnitud del “problema” y concienciándonos
de que dicho impago es parte de la solución (justa y realista), ruego a quien
haya llegado hasta este punto de lectura que lo abandone y se lea el artículo
de Vicenç Navarro.
Este
tema, junto con la posibilidad de “abandonar” la Zona Euro, es mucho más importante
de lo que creemos y no podremos evitar su discusión.
Por
eso conviene irse documentando (a favor y en contra) para no andar soltando
sandeces en la barra del bar o en la “cena de navidad”
Saludos.
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