Nos la están intentando vender y, una vez más, es
mercancía falsa.
Somos muchos los que estamos deseando igualar
nuestros sistemas fiscales a los de algunos países de Europa.
Son más justos, más redistributivos, más eficaces y
bastante menos permisivos con los defraudadores.
Y por tanto, el Estado (nosotros) resultaría
reforzado y los ciudadanos dejaríamos de tener que cargar en nuestras espaldas
el pesado fardo del desequilibro fraguado para enriquecimiento de unos pocos.
Ahora bien: Que no nos engañen.
La tan cacareada Unión
Fiscal que nos venden no consiste en eso en absoluto; sino que es una nueva
engañifa para que aceptemos "por imperativo legal" malvender el país,
renunciar a nuestros derechos e hipotecarnos de por vida, para que los ricos
puedan ser aún más ricos.
Y las Constituciones y los gobiernos nacionales, aún más débiles.
Y, para que no cometamos el error de publicitarla y
bendecirla en contra de nuestros propios intereses, es preciso saber de qué
se habla y en qué consiste semejante propuesta.
Juan Francisco Martín Seco, hombre lúcido donde los
haya, y acreditado conocedor de los entresijos de los tratados y manejos
europeos, nos ofrece una primera información para que cada cual pueda formarse
su propia opinión antes de que comience la avalancha publicitaria.
El artículo no es largo, ni tampoco demasiado
técnico. Hasta yo mismo me he enterado.
Que no nos engañen nuevamente.
A, al menos, que seamos conscientes de que nos están
engañando.
Saludos.
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