Aunque
parezca increíble, en pleno siglo XXI todavía podemos asistir al nacimiento de
una Nación.
Una
oportunidad de hacerlo bien, de partir de cero, de no repetir errores, . . .
Lamentablemente
no será así.
Aún
no han empezado a salir del cascarón (por no tener, aún no tienen, ni bandera, ni deuda pública) y
ya están los buitres revoloteando para merendarse al recién nacido y los
negreros (con perdón de los negros) listos para marcarles la piel a fuego con
el “hierro” de la deuda.
Helen
Mbao, directora de operaciones del Banco Mundial, dice tener soluciones para
todo: "El Banco Mundial es el rey de las agencias internacionales. Tenemos
una sola misión: un mundo libre de pobreza. Hemos prestado miles de millones de
dólares a cero interés a países en todo el mundo. Sudán del Sur ha solicitado
ser miembro, pero antes de eso tenemos que llegar a ser miembros del Fondo
Monetario Internacional".
Por
eso, con tristeza, he titulado este texto con el primer verso del poema El niño yuntero de Miguel Hernández.
Quien
quiera documentarse sobre esta lamentable nueva oportunidad perdida (ojalá me
equivoque) puede leerse el reportaje publicado el pasado jueves en eldiario.es.
En
mi opinión vale la pena, e incluye unas excelentes fotografías.
Saludos.
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