Quien
me conoce, ya sabe la devoción con la que escucho las opiniones de Juan
Francisco Martín Seco.
Viene
de hace ya mucho tiempo. Y está, a mi juicio, sobradamente justificada.
Sin
más comentarios ofrezco al “diletante” este artículo de ayer en ATTAC
(previamente en República.com) que, con el sugerente título de una novela
policiaca, nos ilustra sobre “lo que no puede ser” y, a posteriori, sobre lo
que nos espera a los demás si permitimos que siga este juego limitándonos a
contemplar como descuartizan a nuestros vecinos.
Quizá
debiéramos tomar nota de cómo los portugueses, ese pueblo más paciente que el
santo Job, han parado los pies y hecho recular a su gobierno con motivo del
anuncio de la última puñalada.
El
panorama se pone interesante.
Saludos.
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