Hace 19 meses en este mismo foro y con este mismo
título, “La
perversión del Lenguaje” (11-II-2011) me referí a la gravedad que para
todos nosotros (los ciudadanos) implicaba el análisis de los hechos partiendo
de la aceptación de los tramposos enunciados que los medios de comunicación, en
un alarde de falta de profesionalidad (o servilismo, o connivencia con el
poder), nos dispensaban.
Ello nos llevaba (y nos lleva) a dar por buenas
supuestas “conclusiones” basadas en las burdas mentiras que hemos
(incautamente) aceptado como hipótesis de trabajo.
Me apoyé entonces en un lúcido y divertido artículo
de Juan José Millas titulado “Fingimientos” (Juan José
Millas, EL País, 11-II-2011) y posteriormente añadí otro a un texto del director de
eldiario.es El uso perverso de las palabras (Ignacio Escolar Público 15-VII-2011)
Hoy, con mucho más conocimiento y rigor, Gonzalo
Abril Curto , María José Sanchez Leyva y Rafael Rodríguez Tranche (profesores
de las "públicas" UCM y la URJC) tratan este mismo tema con mayor profundidad en
un artículo titulado “La
ocupación del lenguaje” (ATTAC, 6-IX-2012).
Es razonablemente corto y, sobre
todo, muy didáctico.
Ahí lo dejo con el convencimiento de que una de las
condiciones previas para “atinar” es ”apuntar bien”.
Cosa actualmente imposible
con las “escopetas de feria” (dialecticas) que nos venden unos y otros y que nosotros
"compramos" como si se tratara de fusiles Máuser (de los “de cerrojo”)
Saludos.
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