Y con razón.
Tiene serias dudas de que nuestro Presidente de
Gobierno D. “Prudencio” Rajoy, “haga lo que tiene que hacer”.
Que no es otra cosa que abrir la subasta pública (e
inmediata) para la liquidación del patrimonio del Estado y los Servicios
Públicos que, una vez desmantelados los derechos laborales, es el siguiente objetivo
de los “creadores de escasez”.
Anda el Sr. Presidente callado como un muerto, sin querer
desvelar públicamente si, a partir del próximo día 24, pondrá en venta todo el
país (lo que resulte rentable, o haga competencia a los apóstoles de la libre
competencia)
Y por ello, desde sus propias filas, algunos de los
más notorios 100 economistas (de FEDEA)
empiezan a presionar desde las páginas del Financial Times, incluso llamándole pusilánime
(o calzonazos que viene a ser lo mismo).
Y para ello, en la más pura ortodoxia “desinformativa”,
argumentan mezclando verdades incuestionables:
“debe dejar de posponer de una vez decisiones clave para la economía española.
De lo contrario, conducirá inevitablemente a España a la catástrofe”,. . . "el poder de
negociación de España en Europa poco a poco se va agotando"
con medias verdades:
“ . . . la estrategia del gobierno español fue tratar de
obtener financiación incondicional de la Unión Europea bajo la amenaza de
derribar el euro. "Pero era un farol", apuntan. "No se puede
jugar al juego del gallina si conduces un coche y tu oponente (el BCE), lleva
un tanque.”
pero
ocultando cuidadosamente lo que no conviene que se sepa.
Porque es cierto que la amenaza fue un farol (por
eso no funcionó).
Y también es cierto que nosotros conducimos un coche
y el BCE lleva un tanque.
Pero se les olvida dejar constancia de que nuestro
coche va cargado con una bomba de relojería (la insolvencia del sistema
bancario español) que, tanto si nos dejan sin gasolina, como si nos estrellamos
contra “el tanque”, deflagrará en mitad del polvorín de las cuentas europeas.
Y mientras unos perderemos lo poco que nos va
quedando y lo menos que nos quieren dejar (desempleo, miseria y, tal vez, hambre), otros perderán, (esta vez, de verdad), lo mucho que
consiguieron razonablemente a base de disciplina y buen hacer, junto con lo que, a unos y a otros,
nos han venido expoliando el sistema financiero europeo y,
sobre todo, el anglosajón.
Eso no lo cuentan porque no es cosa de dar ideas y
que alguien ande enredando con cerillas junto al barril de pólvora de la quiebra
encubierta y aplazada del sistema financiero mundial.
Una vez que todos los resortes productivos (Sanidad,
Educación, energía, agua transportes, loterías, pensiones, etc.) de España e
Italia estén en “buenas manos”, entonces ya no habrá problema y el BCE sacara
el famosísimo “bazooka” y con un simple bufido acabará en un oremus con las
tensiones de liquidez repartiendo Euros a manos llenas.
Aunque eso sí, los más pobres tendremos que pagar un
precio mayor.
En primer lugar para poner a cada cual en su sitio,
no vayamos a creernos que todos somos iguales.
Pero, sobre todo, como forma de que nuestra deuda
resulte poco menos que “impagable” no vaya a ser que al cabo del tiempo nos
pongamos exigentes.
Por eso conviene hacer acopio de tapones de cera
para los oídos ante el aporreo de los tambores de la prima de riesgo (con advenimiento
del fin del mundo) que, en los próximos días, dejarán en mantillas a la tradicional
“rompida de la hora” del municipio de Calanda.
Han empezado a sonar esta misma tarde y probablemente
(con altibajos) no pararán hasta que el
gobierno no haga “lo que tiene que hacer”.
Nosotros y “ellos” nos jugamos mucho.
Porque como empiece septiembre y el personal se
soliviante con estos calores y los pescozones que nos aguardan, pudiera haber
un tumulto con bajas.
Y al Sr. Rajoy le persigue nuevamente el calendario con
las elecciones gallegas y vascas que, como muy tarde, deben celebrarse en marzo.
Y no es cosa de hacer el recuento de votos a la vez
que el recuento de víctimas.
Al menos yo así lo veo
Saludos.
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