El
pasado jueves tuve ocasión de asistir (a pie firme, ya que la realidad desbordó
las previsiones de los convocantes) a la “Presentación en Sociedad” de una
asociación que se llama a sí misma Economistas Frente a la Crisis (en adelante
EFC) añadiendo a continuación la apostilla “El pensamiento económico al
servicio de los ciudadanos”.
Mi
asistencia resultaba obligada tanto por conocer a alguno de sus promotores como,
sobre todo, por la indignación y preocupación que desde hace mucho tiempo me
produce el hecho de que para "robarme" (que no es otra cosa lo que me están
haciendo) me pretendan convencer de que es “por mi propio bien” y, además, “por
mi propia culpa”.
Y
que para ello me remitan a la inevitabilidad de las “leyes del Mercado” (Dios) reveladas
por boca de “los 100 economistas” (sus vicarios en la tierra) que, al igual que
el papa romano, tienen el “Don de la infalibilidad” cuando hablan de “doctrina”
(económica en este caso).
Mi
opinión es muy distinta. Los 100 economistas son algo así como los equipos de
abogados marrulleros que en los años 20, a sueldo de los gánsteres de Chicago, utilizaban sus
conocimientos del derecho para destruir las pruebas de los delitos (el saqueo
de los estados y sus poblaciones), sobornar a los jurados (los gobernantes) y atemorizar
a los testigos (los profesionales y pequeños empresarios)
Y
en este caso, peor aún, quieren que
seamos las propias víctimas de este saqueo quienes supliquemos que, por nuestro
bien, porque no hay alternativas, nos conviertan en “esclavos”.
En
todo este proceso había un clamoroso silencio público, no porque no haya
economistas que tuvieran un discurso distinto; sino porque, los que había y hay
(muy buenos por cierto), tienen vedado su acceso a los medios de comunicación y
actúan como francotiradores, sin otro soporte que la posibilidad de publicar en
los medios digitales una vez el sistema se quitó de encima el molesto diario Público
(de papel).
Bueno
pues aquí está EFC (Economistas Frente a la Crisis) que dice que
quiere cambiar ese estado de cosas y ofrecernos al común de los mortales una
traducción no sesgada de esta historia de la infamia que nuestros gobernantes
están escribiendo al dictado del PARASITARIO
sistema financiero.
Bienvenidos
sean si nos ayudan a recuperar la palabra y desenmascarar las mentiras.
Tengo
que añadir que en dicha presentación eché en falta una mayor presencia de las
gentes de Izquierda Unida, que paradójicamente son quienes desde hace más
tiempo y con más coherencia vienen denunciando esta situación y oponiéndose a
ella.
Espero
que, como este empeño es de todos los que pretendemos salir de este lodazal,
iremos todos.
De la mano hasta donde podamos.
Y en la misma dirección, hasta que lleguemos.
De la mano hasta donde podamos.
Y en la misma dirección, hasta que lleguemos.
La
Web de EFC es ya bastante densa y alberga algunos artículos, largos y quizá
algo indigestos para los acostumbrados a la comida rápida, pero muy nutritivos
y recomendables para saber “dónde estamos” que es la primera condición para
poder emprender un camino.
Propongo
a quien tenga curiosidad un artículo de Juan Ignacio Bartolomé que, en el fondo,
no es más que una clase de 1º de Economía al alcance de cualquiera que sepa
leer y dedique 5 minutos a hacerlo.
Saludos.
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