Si
acudiste, me ahorro contarte la experiencia.
Si
no acudiste, te diré que, para mí, fue, junto con la concentración nocturna en
la Puerta del Sol en la víspera de las pasadas elecciones municipales (22 de
marzo) uno de los momentos más gratos y esperanzadores que recuerdo en estos
últimos años.
Desde
entonces a hoy, las razones que nos llevaron a algunos a echarnos (modesta y
pacíficamente) a las calles, no sólo han sido corregidas sino que, supongo que
estarás de acuerdo conmigo, han aumentado.
Ha
aumentado el nivel de injusticia social en nuestro entorno inmediato.
Ha
aumentado el nivel de rapiña del sistema financiero a la par que su desparpajo
para extorsionar a los gobiernos y las sociedades civiles con la connivencia de
nuestros supuestos representantes.
Ha
aumentado, en nuestro país, la prepotencia y descaro con el que, los partidos que
ya están en el poder autonómico (Asturias, Cataluña, Castilla la Mancha, Madrid,
Murcia, Valencia . . .) y los que dentro de 38 días se aprestan a ocupar el
poder central, actúan sin miramientos, suprimiendo derechos y descapitalizando
todos los servicios públicos.
Entre
tanto, nuestros derechos (razonables y sostenibles hasta ayer) han disminuido o
se están desmontando.
Y los oráculos de “los mercados” han decretado su
desaparición.
Por
esa razón, con cierta vergüenza por andar ejerciendo de “agitador político”, me
permito invitarte a unirte a la nueva convocatoria de marchas del próximo
sábado día 15 de Octubre que, distribuidas en 6 columnas, recorrerán Madrid desde
las 3 de la tarde (desde las 10 de la mañana los que vienen desde los pueblos
vecinos) para confluir a las 18:00 en la plaza de Cibeles.
No
arreglaremos el mundo esa tarde, pero haremos patente nuestro hartazgo y
servirá de entrenamiento para los tiempos peores que, si no ponemos “pié en
pared”, nos aguardan.
Gracias
si leíste hasta aquí y, a cambio, te incluyo dos "tristes chistes" gráficos sacados
del diario Público y un enlace con el resumen de una reciente conferencia de,
esa envidia de hombre y cabeza lúcida, que es José Luis Sampedro a sus 94 años.
Saludos
y buenas noches.
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