Hace ya algún tiempo, un amigo mío contaba que, hace muchos años, en la víspera del día de las elecciones (supongo que serían las del 28 de junio de 1931 o, tal vez, las del 19 de noviembre de 1933, tanto da) se presentó “el señorito” en casa de un jornalero de la provincia de Jaén para entregarle el sobre con la papeleta de voto y el buen hombre le espetó “deje que, en mi hambre, mande yo, señorito Rafaé”
Viene esto a cuento de que, dentro de unos días, se nos viene encima la señorita Rottenmeier europea (Doña Ángela Dorothea Merkel) acompañada de cinco o seis ministros de su gabinete.
Y me da la sensación de que no se trata de una visita “de cortesía” sino que viene a casa del “jornalero” Zapatero a entregarle el sobre con “el voto”.
O, lo que viene a ser lo mismo, a inspeccionar cómo lleva “los deberes” que ella, y otros como ella (que se dicen representantes de sus ciudadanos, pero que realmente actúan como capataces del sistema financiero y las grandes empresas transnacionales), les han impuesto a los países de segunda fila, como, parece ser, es el nuestro, con la amenaza de desterrarnos al averno la pérdida de la "triple A" de Moody’s, Standard&Poor’s, Oscar&Mayer y otros tinglados semejantes, para beneficio de bancos, fondos de inversión y demás cuadrillas de salteadores de países que, primero les animan y ayudan a endeudarse con trampas, y luego les denuncian públicamente para poder conseguir sacarles (durante 30 años) el 10% anual de interés, comprando deuda con el dinero que los bancos centrales les prestan (a ellos) al 1%. (Me pregunto por qué el Sr. Trichet no le presta directamente a Grecia a ese mismo tipo de interés).
Debe andar intranquila doña Ángela porque todavía el Sr. Zapatero, no ha puesto suficientemente firmes a sus paisanos y les ha explicado lo siguiente:
Que, viven por encima de sus posibilidades.
Que, si queremos que nuestros bancos y grandes empresas ganen un 15% más que el año anterior, no podemos seguir pretendiendo tener derecho a una pensión a los 65 años con “tan solo” 35 de cotización.
Que, es un escándalo que los sindicatos interfieran en la negociación entre la “libre” voluntad de empresarios y trabajadores, con estúpidas cuestiones de “derechos” y “garantías”
Que, no es admisible que España tenga una deuda pública de casi el 60% del PIB
Que, las Cajas de Ahorro no pueden seguir siendo “de nadie”. Así que hay que capitalizarlas y entregarlas al sector privado (que ya hemos visto cómo administró los bancos).
Que, para mejorar el empleo, lo mejor es colocar un intermediario (privado, por supuesto, y que cobre) entre el parado y el empleador.
Que, hay que vender (mejor regalar) lo que quede del “Patrimonio Nacional” (loterías, Aena, . . .) por que no puede ser que el Estado esté lucrándose con la prestación de un servicio allí donde una empresa privada podría literalmente “forrarse”.
Que, el manejo del Fondo de Reserva de la Pensiones por parte del Estado (sin otro coste que los sueldos de los funcionarios y con unos resultados del 4,62 % de media anual desde el año 2000- manifiestamente mejores que los de los Planes privados de pensiones) es un mal ejemplo y está haciendo perder mucho dinero al eficiente sector privado (que en los últimos 10 años no ha conseguido ni siquiera igualar a la Deuda Pública, ni a la inflación) La rentabilidad de los planes de pensiones en España ha sido inferior en los últimos 3, 5 y 10 años a la de los bonos del Estado y a la inflación, según el estudio `Rentabilidad de los Fondos de Pensiones en España. 1994.2009´ de Pablo Fernández y Javier del Campo, profesor de finanzas y Research Assistant del IESE.
Que, ni se le ocurra insinuar una subida de impuestos a los rendimientos del capital (18%, frente al 43% de los del trabajo) porque eso ahuyenta “al dinero”
En fin; Que no se ande con tonterías y se deje de consensos. Que la cosa está muy mal y, pese a que los bancos y las empresas obtuvieron beneficios mayores que el año anterior, no podemos permitirnos este lujo de vida que llevamos, estos impresentables derechos que hoy tienen nuestros padres.
Y tampoco puede estar el Estado interfiriendo en la economía y garantizando unos derechos ciudadanos que el sector privado (Díaz-Ferrán&CO) podría “vendernos” perfectamente como “servicios” y ganando una verdadera fortuna.
Por eso, porque pienso que ese es el objeto de la “visita”, le ruego al Señor Presidente del Gobierno (de mi gobierno) que, ya que no podemos cambiar (de momento) la relación de fuerzas, le diga, con la misma humildad que el jornalero de Jaén “deje que, en nuestra hambre, mandemos nosotros, señora Merkel"
Y después, si no le molesta, coja una calculadora y compruebe que simplemente subiendo un poco (no demasiado) los tipos impositivos de los “rendimientos del capital mobiliario”, (casilla 022 de la declaración del IRPF) es decir, del dinero que guardamos porque no nos resultó imprescindible en su momento, nos podríamos ahorrar el recorte de las pensiones (edad y cuantía), la bajada de sueldo a los funcionarios (que, en general, y en contra de lo que unos interesadamente vocean y otros estúpidamente jaleamos, funcionan y se gana la vida honradamente), financiar la Ley de Dependencia que, aparte de mejorar la calidad de vida de muchas personas (enfermos y cuidadores), generaría una cantidad apreciable de riqueza por la doble vía de crear nuevos puestos de trabajo y aumentar la población activa con la disponibilidad de todas esas personas (en general mujeres) que hoy viven “prisioneras de sus enfermos” y muchas otras cosas más que no caben en este, ya demasiado largo, texto.
Y que, ya que vamos a poner el dinero para sanear las cajas de ahorro y éstas “no son de nadie”, mejor nos las quedamos (¡oh, anhelada banca pública! que en mala hora malvendimos) y las utilizamos para financiar la “economía real” en lugar de andar hueveando y extorsionando en el mundo financiero.
Vamos, señora Merkel, que pagaremos la “mordida” que nos toca, pero deje que la factura la redistribuyamos a nuestro aire.
Por ello, señor Presidente de Gobierno: si, como parece lógico, tratándose de alguien que representa a un partido, socialista, obrero y español, coincide básicamente en estas apreciaciones, le ruego tenga en cuenta mi opinión a la hora de hablar en mi nombre.
Al fin y al cabo, para eso está usted ahí. (se supone)
2 comentarios:
¡Bravo PGG!
Da gusto leerle
¡bravo!
estaría bien que usaras el comando de "leer mas" para que la portada del blog no se saturara tanto. Dejar un párrafo o dos para que se sepa de que va la noticia y el que quiera continuar leyéndola no tiene mas que dar al botón.
se pone en un momento.
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