Desde hace algo más de dos meses vengo escuchando a
muchos de mis “biempensantes” amigos cargar contra la corrupción de la actual
presidenta de Brasil Dª Dilma Rousseff y el anterior presidente D. Luiz Inácio
Lula da Silva (Lula) y justificando el circo parlamentario y periodístico
montado para intentar echarles del gobierno.
Y cuando he intentado “matizar el asunto” se me ha
reprendido por mi obcecación en defender a esos “golfos” tan solo porque hacen
políticas poco acordes con la doctrina neoliberal que a estas alturas ha
asumido como inevitable (E incluso “buena”) una gran parte de la sociedad,
incluidos mis biempensantes amigos.
Como sigo creyendo en su honradez intelectual (la de
mis biempensantes) y sospecho que una gran parte de su “posicionamiento” deriva
de la espesa contaminación de las fuentes informativas “habituales” (Y
omnipresentes) me permito, sin afán de torcer el criterio de nadie, sugerir la
lectura de este artículo de Germán Aranda que difícilmente llegará a quien no
lo busque.
Germán Aranda es un periodista español, muy joven y
afincado en Brasil.
Y, en mi opinión, aunque tan sólo fuera exacta la
décima parte de la información que facilita, debiera ser suficiente para hacernos
reflexionar sobre la irresponsabilidad, imprudencia y falta de sentido común
que supone el hecho de “disparar” contra cualquier espantajo que agitan en
nuestras narices (interesadamente) sin pararnos a averiguar si, envuelto en el
monigote que nos muestran y animan a linchar, no están nuestro propio futuro y
el progreso y supervivencia de otra forma de gobernar el mundo algo menos
indecente, cruel e injusta que la que estamos viendo.
Perdón por el sermón.
La invitación en tan solo para quienes no están
seguros de tener siempre razón y les pica la curiosidad de si no les estarán vendiendo gato por liebre.
Saludos.
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