Parece
claro que el saqueo económico, medioambiental y social ha provocado un nivel de
hartazgo generalizado al que últimamente se va sumando eso que llaman la
mayoría silenciosa en la que conviven, tanto quienes hablan poco pero tienen
las cosas más o menos claras, como –sobre todo- una gran mayoría de
indocumentados, acríticos, insolidarios, individualistas y también los grandes especialistas
en ese innoble arte de nadar y guardar la ropa.
Como
la cosa ha llegado tan lejos y es tan zafia y obscena, toda la sociedad en su
conjunto está a punto de sentir el reflejo del vómito (moral) y empieza a
pintar en bastos para el proyecto neoliberal.
Sin
embargo esas gentes, conscientes de que su tiempo se acaba, siguen colocando
bombas de relojería en el entramado legal internacional de modo que cuando
queramos revertir cualquier tropelía nos resulte poco menos que imposible
porque lo prohíben los tratados internacionales.
Este
es el caso del mal llamado Tratado de Libre Comercio (TTIP) cuya negociación se
está llevando de modo casi clandestino entre Europa y EEUU en un nuevo intento
de conseguir lo que no pudieron en la
Ronda Uruguay (1986-1993), ni posteriormente
(por el veto de Francia y otros países) a través del AMI
(Acuerdo Multilateral de Inversiones).
No
me voy a extender mucho más; Pero desde que supe lo que andaban “trasteando” (a
nuestras espaldas) tuve claro que se trataba de colarnos un nuevo tratado por
la retaguardia sin posibilidad de que los gobiernos de los distintos países (ni
mucho menos sus ciudadanos) pudieran pronunciarse sobre el particular.
Pienso
que es muy importante, en primer lugar “enterarse” y, a continuación (quien lo
tenga claro), oponerse con todas sus fuerzas a esta nueva dentellada que es
mucho peor y más letal que la modificación del artículo 135 de nuestra
constitución.
Por
eso informo de la manifestación que se celebrará el próximo sábado día 11 de
octubre, e invito a asistir a ella como un paso más en este largo y tedioso
camino de parar los pies a los depredadores mundiales, y de paso –y esto es mucho
más gratificante- de volver a ejercer de ciudadanos responsables de nuestras
vidas.
Ahí
quedan estos enlaces para quien quiera enteraese "de qué va la cosa"
Y
el cartel de la convocatoria.
Saludos.
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