Hace
unos días, nada más conocer la propuesta del Sr. Gallardón de rebajar el número
de aforados de varios miles a tan sólo 26 (22 dijeron en ese momento) pensé que
se trataba de una trampa político-sociológica para colarnos de matute la
modificación de la Ley Electoral.
Pasados
los primeros momentos me reconvine a mí mismo por ser tan mal pensado y andar siempre
buscándole tres pies al gato.
Pero
hoy, desde una cierta serenidad y tras ir conociendo los entresijos de la
noticia, he llegado a la conclusión de que mi primera impresión era acertada.
Cuento
esto, no tanto para ponerme una medalla de “agudeza de ingenio” como porque
pienso que muy probablemente a mucha gente le pudiera pasar desapercibido el fino
(y eficaz) maquiavelismo de la operación en ciernes.
Me
explico:
El
partido Popular puede, si le sale de las narices, modificar la Ley Electoral a
su antojo por mucho que se opongan todos los demás partidos.
El
PSOE (esto es una suposición mía) muy probablemente se negará a entrar en ese
juego por cualquiera (o las dos) de las siguientes razones:
1
Sabe que el Partido Popular la terminará aprobando y en ese caso recogerá
igualmente el sabroso fruto del bipartidismo sin “despeinarse”
2
Sabe también que sus bases son reacias a semejante cacicada y no quieren jugar
con fuego, no vaya a ser que su suelo electoral sufra otro cataclismo.
Por
otra parte el PP sabe de sobra que la reducción del número de aforados es una
oferta política “que ningún partido político podrá rechazar”.
Y
ahí es donde van a incidir.
Nos
ofrecerán una reducción radical del número de aforados (que ya apesta)
salvaguardando eso sí a los intocables de la familia real que si un día
pudieran ser investigados harían caer los palos del sombrajo (político y
empresarial).
Y,
envuelto en esos vistosos pañales, nos intentarán colocar el asunto de la
elección de los alcaldes, y también la probable reducción del número de
diputados autonómicos y nacionales en una especie de “oferta 3x1” en la que si
quieres llevarte el producto bueno (la reducción del número de aforados) tienes
que cargar obligatoriamente con las otras dos “castañas legislativas”
(enormemente tóxicas).
El
truco está en publicitar con gran acompañamiento de la fanfarria mediática “la
voluntad de regeneración política que tiene el PP” (y que nadie tuvo hasta
ahora) y forzar la aprobación del “lote completo” de modificación de la
Constitución en una única votación, de modo que cualquiera que pretenda
oponerse a las cuestiones relativas a los alcaldes y número de diputados pueda
ser acusado por D. Francisco Marhuenda (Y otros cagatintas a sueldo) de intentar mantener los privilegios de los políticos.
De
este modo, aunque por los pelos, quizá pudiera arañar los 16 votos que le
faltan para alcanzar los 210 necesarios (Mayoría cualificada de "tres quintos") para esa reforma constitucional
simplemente si convenciera a UPyD (5 escaños) o al PNV (5 escaños) y contando
de antemano con los 16 de CIU y el de D. Francisco Álvarez-Cascos y, tal vez,
los 2 de Coalición Canaria. (El Partido Popular dispone actualmente de 186
escaños)
Con
lo cual podría llegar a sacar adelante la propuesta incluso con la oposición
del PSOE (Y los "comunistas").
Cuento
todo esto para que, desde hoy mismo, con independencia de dar o no credibilidad
a mi razonamiento, nos pongamos en guardia ante esta verdaderamente astuta
maniobra que puede terminar con el secuestro de la pluralidad política y la
democracia representativa por muchos años.
Como
elemento esperanzador quiero añadir que sin el PSOE resultará prácticamente un
milagro poder juntar los 210 votos necesarios.
Y,
también y esto ya me alegra (y a la vez preocupa) más, que quiero creer que,
aunque el aparato del PSOE estaría encantado de entrar en este juego (tras
hacer algunos remilgos de doncella ofendida) vendiéndonos las burras de la “razón
de estado” y “la regeneración política”, es muy probable que no se atreva a
propinar semejante bofetón a sus militantes, simpatizantes y votantes.
Quieran
los dioses que yo no esté cegado por el respeto que les tengo a esas “bases”
Y
esto es todo lo que quería contar.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario