No sé si será cuestión de la “materia prima” o, más bien, de los “aderezos” empleados.
Pero
lo cierto es que, desde hace ya algún tiempo los datos “cocinados” por el
antaño respetable Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en lo tocante a
evaluar el sentimiento general y la intención de voto de los españoles, despide
un cierto olor a “mercancía averiada”.
Me
limito a exponer la tabla de datos incluida –como a regañadientes- en la última
página (la 34) del Barómetro de Abril 2014 del CIS.
Y,
de mi propia cosecha, me permito añadir una
columna adicional a la derecha en la que consigno el “sesgo” (o como quiera que
se llame) que supone la diferencia entre el porcentaje de intención de voto que
la gente declara en la encuesta y el que el CIS estima que será el resultado
real.
Aunque
declaro no tener ni pastelera idea de estadística, ni sociología, me da la
impresión de que, o bien los técnicos del CIS han utilizado directamente los “condimentos”
correspondientes a unas Elecciones Generales (con fuerte sabor a D’Hont por circunscripciones
provinciales), o se
le ha ido la mano con la “levadura” añadida a "la masa" de determinados partidos.
Supongo
que, como de costumbre, estaré equivocado una vez más y los datos me pondrán en
mi sitio.
Pero,
por si acaso, voy a guardar este cuadro para cotejarlo el día 26 de mayo con los
resultados que publique el Ministerio del Interior.
De
momento mi opinión es que “alguien oculta algo”.
Y
me resulta chocante la “discreción mediática” con la que está fluyendo la
información relativa a este asunto.
Por
otro lado no termino de entender que el Voto nulo y la Abstención no puedan
estimarse con criterios similares a los que se aplican a los votos válidos.
Si
alguien lo sabe, que me lo explique.
Saludos
No hay comentarios:
Publicar un comentario