No
sé muy bien en qué andaría pensando el maquetador del diario Público esta mañana
cuando compuso esta página:
Convencido
estoy de que todo ha sido debido a una fortuita conjunción de los astros y no
había voluntad de ironizar sobre la cuestión.
Pero
lo cierto es que la columna de la izquierda ha quedado de lo más rigurosa e informativa,
tanto si hablamos de la descripción literal de los hechos, como de la doble
lectura que personas poco afectas a la institución monárquica (como un
servidor) pueden hacer de dichos titulares.
Desde
el punto de vista de la veracidad resultan innegables las siguientes
cuestiones:
1
El
rey de España tiene buenos y grandes amigos en la zona del golfo (aunque muchos
de dichos amigos no sean gente especialmente presentable desde el punto de
vista democrático).
2
Nuestro
monarca tiene acreditada una notable pericia como “vendedor de barcos y aviones”
(además de tanques, municiones y otras bagatelas mortíferas)
3
El
contrato de Abu Dabi y el viaje en cuestión se han programado a mayor gloria
del rey como una nueva muleta para completar su rehabilitación (la mediática en
este caso).
Pero,
a la vez, para quienes apreciamos poco las supuestas virtudes de dicho personaje,
nos ofrece un mensaje mucho más sintético y escueto que, desde mi modesto punto
de vista, también resulta veraz y exacto.
Ahí
están. Todos ellos juntos.
Saludos.
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