No
me gustan lo superlativos, ni las expresiones del tipo “es fundamental” o “de
obligada lectura”, porque pienso que todo (o casi todo) es relativo.
Sin
embargo, entre las muchas reflexiones que he leído al terminar esta jornada
esta de Rosa María Artal se me antoja bastante recomendable.
Ahí
queda (a partir de las 9 de la mañana):
Cada día me preocupa más el riesgo de que lleguemos a “conformarnos”.
O,
incluso, a interiorizar el engaño.
Yo
me niego a “querer” (o comprender) a mis verdugos, que son los verdugos de toda
mi gente y que me están fastidiando la existencia.
En
lo que de mí dependa, no quedarán impunes.
Saludos.
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