Tras
conocer esta mañana los nombres de una parte de los ministros del nuevo
gobierno italiano, llego a la conclusión de que Italia sigue sin gobierno.
O,
para ser más exactos, sigue gobernada por quienes la desgobernaban.
Se
trata de un notable éxito de la tecnocracia y la “financierocracia" europeas
que, pese a haber sido rechazadas masivamente en las urnas, han logrado
prorrogar el “estado de sitio” de la sociedad italiana con la formación de un
gobierno cuya estabilidad dependerá de su grado de obediencia a las directrices
del sistema.
Un
resultado penoso, tanto más cuanto que no se ha debido a los aciertos de la “derecha”,
que se ha limitado por un lado a estarse callada (Mario Monti) o a patalear
(Berlusconi), sino sobre todo al mesianismo del Sr. Beppe Grillo que, con tal
de no mancharse la suela de los zapatos, ha evitado poner los pies en el suelo
y, sobre todo, a la falta de visión, coraje y generosidad de D. Pier Luigi
Bersani quien, contra todo pronóstico, se ha dejado enredar en los habituales
pasteleos de la peor política italiana.
A
estas alturas, en mi opinión, la “Nave de la república italiana” está a punto
de partir hacia ninguna parte asistida por una tripulación de “saldo” en la que,
junto con personas honestas, respetables y competentes, se incluyen notorios
tramposos, buscavidas y capataces de las instituciones europeas y el mundo
financiero.
En
resumen: Un gobierno perfectamente capacitado para “no hacer nada” (que permita cambiar “el sistema”)
Si
hay suerte lograrán modificar la Ley Electoral.
Pero
que ni se les ocurra plantar cara a los recortes y las privatizaciones.
Y,
sobre todo, ni mencionar el asunto de la “legitimidad” de la Deuda Pública, o
el diferencial de los tipos de interés (Prima de riesgo) que es uno de los más
claros y contundentes mecanismos de intimidación, extorsión y saqueo de la
ciudadanía (de todos los países).
Para
ese viaje; Sr. Bersani, no hacían falta alforjas. Y usted -y la Izquierda-
podrían haberse ahorrado despilfarrar un nuevo cartucho de la escasa reserva de
munición moral con que todavía cuentan.
Aunque
no les deseo nada malo, me alivia saber que “SEL” Sinistra, Ecología y Libertá,
algo así como la Izquierda unida de allí (37 diputados) no va a participar (ni
a votar) en este gobierno.
Una
cosa es estar dispuesto a mojarse en la gobernación del país, y otra muy
distinta mezclase con gente indeseable.
En
todo caso, mi desconocimiento me resta autoridad. Y quedo expectante.
Para
quien quiera averiguar más, dejo estos tres enlaces:
Y,
aclaro: Mi insistencia en el tema italiano se debe a que considero (o
consideraba) que Italia puede (o podía) ser el punto débil por el que
descabalgar a la cuadrilla de ladrones y sinvergüenzas que en estos momentos
manejan los hilos de la sociedad europea.
Saludos.
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