Parece
que, ante la eventualidad de que los acontecimientos (Bárcenas, Gürtel,
Cataluña, Italia, Portugal, . . .) pudieran “torcerse” y no hubiera tiempo para
“hacer caja” (ordenadamente), nuestro gobierno regional haya ordenado el “toque de degüello”
de la Sanidad Pública Madrileña.
Así,
en mitad del creciente desprestigio, están agilizando la privatización de todo
lo que se les pone a mano.
Y,
mientras preparan los “pliegos” para “subastar” la gestión total de los 6
hospitales que “no iban a costar un duro a los madrileños” (y que nuestra
anterior Presidenta se apresuró a “inaugurar” aún sin estar terminados, ni
equipados), van ganado tiempo con la derivación de algunos servicios de los
Hospitales públicos hacia hospitales, “hospitalillos”, clínicas y “cliniquillas”
privadas que luego le pasan la factura a la Consejería de Sanidad.
Ello
tiene un doble efecto:
Tanto
por el pago a “los privados”, como –además- por la no utilización de los
servicios propios que (aparte de perfectamente capacitados y sin listas de
espera) disponen de los locales, el material, los equipos y el personal
necesarios para hacer dicho trabajo sin necesidad de realizar ningún desembolso
adicional.
Y
lo que es peor; Se engaña a los pacientes, aprovechándose de su
desconocimiento, cuando no de su angustia, informándoles de inexistentes lista
de espera en los centros públicos para que sean ellos (los pacientes) quienes
soliciten realizarse las pruebas en los centros privados.
La chapuza ya está descubierta y se está preparando una querella (imagino que se
llama así) contra los responsables de dichos engaños. Ya que se trata de, como
poco, un delito de Malversación de Caudales Públicos, amén de otros posibles de
Falsedad, Prevaricación y, eventualmente, Cohecho.
En
todo caso nada les detiene.
Saben
que tienen sus días “contados” (aunque puedan ser muchos).
Y,
ya que saben que se retirarán inevitablemente deshonrados, han decidido arramblar
con todo. “Échame pan. Y llámame perro . . .”
En
esas estamos: Y nuestra única defensa es resistirnos día a día, Centro a
Centro, de modo que, cuando logremos echarles (entre todos –quienes les votaron
y quienes no les votamos), el destrozo que dejen tras de ellos sea lo menor
posible.
Tenemos
que conjurarnos, los ciudadanos, los pacientes, los enfermeros, los médicos y
también el personal administrativo de los Centros Sanitarios Públicos para
frenar este saqueo.
Unos,
(los pacientes y familiares) exigiendo información veraz, negándonos a ser
tratados en centros distintos del nuestro habitual hasta no haber sido
informados por nuestros propios médicos y enfermeros. Y, si es necesario,
identificando y denunciando a las personas que nos des-informan.
Otros
(los médicos y enfermeros) informando directamente a los pacientes de la
veracidad o falsedad de las “listas de espera”
Y,
el personal administrativo, facilitando los datos que tan celosamente ocultan
los Gerentes y demás capitostes de los Hospitales en “agradecimiento de los
sobresueldos con los que (en algunos casos)
más que premiar su dedicación, parece que hayan comprado su silencio y
connivencia.
Es
mucho lo que está en juego.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario