Quizá
sea por lo que me afecta personalmente; pero el artículo que hoy publica el
catedrático D. Juan Torres López en Público.es me parece muy esclarecedor y digno
de lectura y reflexión.
Tanto
para los papanatas e izquierdosos que tienden a confundir “el culo con las
témporas”, como para los jóvenes cachorros egresados de las “escuelas de
negocios” (¿de qué negocios?) que salen
a “comerse el mundo” convencidos de que lo que importa es “crear valor”. No
importa en qué, ni a costa de qué.
Recomiendo
“invertir” (palabra hoy bastante desacreditada debido al abuso que de ella
hacen los buscavidas y algunos ladrones) los escasos tres minutos que precisa
su sosegada lectura y reflexionar si no estamos bastante ciegos a la hora de enjuiciar
algunas cuestiones.
A
título personal me proclamo de ese grupo de “empresarios” (aunque sea de vía
estrecha) que he procurado que mi trabajo y el de mis compañeros tuviera
siempre una utilidad social; que en la medida de lo posible no contribuyera a
la degradación del planeta; que se mantuviera al margen de los favoritismos y
la corrupción; y que, dentro de nuestra “magra” economía y muy limitados recursos
fuera, un lugar de trabajo amable y respetuoso con las personas (de dentro y de
fuera).
Evidentemente
no nos ha lucido mucho el pelo; pero puedo asegurar que, con independencia de
cómo termine la aventura, ha valido la pena.
Ahí
queda a disposición de quien guste.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario