Ha
pasado casi desapercibida la noticia de que nuestro no elegido Presidente de la
Comunidad de Madrid, D. Ignacio González González, ha resuelto en un
“plis-plás” las necesidades de financiación más inmediatas (gracias a un
inversor anónimo) sin necesidad de pedir dinero al Fondo de Liquidez Autonómico
(FLA) que es como una especie de fondo de rescate del Estado español.
Algunos
medios nos lo venden como una proeza y una muestra de fortaleza financiera y
buena administración.
Otros,
aún más laudatorios, destacan la solidaridad de Madrid con el resto de las
regiones al resolver sus propios problemas financieros sin recurrir al fondo
común.
Sin
embargo, un servidor se alarma al saber que D. Ignacio González se niega “revelar”
el nombre del “inversor” que tan gentilmente nos presta 1.452.000.000€, y, también, las condiciones del préstamo. Porque de eso se trata, de un préstamo,
no de un regalo.
Pues
bien, Sr. González, resulta que la Comunidad de Madrid no es su cortijo particular, sino patrimonio
de los 6.489.798 ciudadanos que, según el censo de 2012, en ella habitamos.
Y,
por tanto, tiene usted obligación de dar explicaciones.
Al
menos a mí; que mediante esta carta se las exijo formalmente.
Y
no quiero pensar que el dinero viene de “Eurovegas” (que aún no existe), de la mafia
china (a cuyos imputados han perdido el trasero (y, en mi opinión, la vergüenza),
algunos jueces para permitirles salir en libertad), o de cualesquiera otros
sujetos con credenciales e intenciones poco presentables.
Y
no quiero pensar que usted, que aparentemente aspiraba a sentarse en la
Presidencia del Canal de Isabel II (una vez que con el dinero facilitado por
CajaMadrid lo hubieran comprado determinadas empresas privadas. Operación que,
felizmente se frustró), haya decidido irse preparando una cómoda y bien
remunerada poltrona para el día en que no pueda seguir subido en el coche
oficial.
Espero
que las acciones del Canal no sean la garantía ofrecida al “anónimo inversor”.
Se
trataría de una indecencia demasiado grande, incluso comparada con las que su gobierno,
que desgraciadamente es el mío, viene, a mi juicio, cometiendo.
Invito
a los grupos políticos, incluido el PP, a exigir la publicación de la identidad
del “inversor” y las condiciones del acuerdo.
Entre
unos y otros hemos prostituido tanto el lenguaje, que decir “inversor” en estos
tiempos equivale a decir “ladrón”
Espero
su respuesta.
Por
otra parte, le diré que me avergüenzo de las “instituciones pordioseras” que
andan mendigando por el mundo y robándole el pan a los pobres para que a los
muy ricos no se les descubra que todo el dinero que dicen que tienen (que en
parte son nuestros ahorros) no existe y la realidad es que nos han estafado.
Saludos.
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