.
. . recoge tempestades.
Efectivamente.
Y
eso es exactamente lo que le está pasando a los EEUU por su connivencia con los
turbios, corruptos y cleptocráticos regímenes del golfo.
Los
dólares que reparte generosamente el gobierno de Riad (y aledaños) a las
mezquitas de los países occidentales y los “recién liberados”, junto con el
apoyo político que, a cambio del petróleo y las inversiones, occidente les
dispensa, se transforman paulatinamente en odio, burricie y violencia (especialmente
contra las mujeres).
Y
ésta violencia, a veces, alcanza a quien la prohijó.
Escandaloso
fracaso de la política estadounidense en Oriente Medio (Tomás
Alcoverro, La vanguardia, 14-IX-2012)
Vale
la pena leer este artículo de uno de los pocos periodistas que, además de saber
de qué habla, parece empeñado en no escribir al dictado de lo políticamente conveniente;
que en estos momentos consiste en destripar Siria (con los sirios dentro) para
que, como ya ocurrió en Irak (y, me temo, ocurrirá en Libia, Túnez y Egipto)
puedan vivir peor dentro de un par de años y le deban a EEUU, Francia e
Inglaterra el precio de las bombas empleadas en destruirles.
Eso
nadie lo cuenta y, al que lo cuenta, lo ponen a parir y le llaman admirador de
Sadam Hussein, Muammar Gaddafi o Bashar
el-asad.
Sin
embargo de toda esta muerte y esta miseria sacan tajada una serie de industrias
carroñeras que venden armas y “servicios” (los famosos “contratistas”) y como esas moscas de color verde metálico, se nutren de los cuerpos en
descomposición de los muertos y las heces (morales) del sistema.
Ojalá
revienten.
Saludos.
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