Con
el sabor agridulce de la manifestación de ayer en Madrid (ni fuimos pocos, ni
tampoco fuimos suficientes) a uno le queda el consuelo de que los sindicatos y
demás convocantes van apuntando hacia una convocatoria europea.
Seguramente
ese camino, con menos discursos reiterativos y soporíferos donde “todos” tienen
que hablar para terminar diciendo lo mismo (que es lo mismo que ya se dijo),
sea mucho más efectivo.
Juegan
a que nos dividamos y “los pobres” acusemos a nuestros vecinos alemanes u
holandeses, como si fueran ellos quienes nos están saqueando.
Simultáneamente,
a los “ricos”, les intentan convencer de que estamos viviendo a su costa, cuando
la realidad es que los ladrones y saqueadores no tienen otra patria que el
dinero y son los mismos en todas partes, con independencia del país en que
nacieron.
Por
eso me alegra que los sindicatos y los partidos hablen de una convocatoria a
nivel europeo.
Y, en esa línea viene muy al pelo, y debiéramos apreciarlo en toda
su importancia, el llamamiento que hace el griego Alexis Tsipras (Syriza) en
esa misma dirección.
De
uno en uno nos van mareando, amenazando y doblegando.
Si
nos agrupamos, no podrán hacerlo.
Dejo
aquí el enlace como motivo de meditación y discusión para mañana en la barra
del bar, a la hora del “cafelito”, que es algo que, los más afortunados,
todavía nos podemos permitir.
Los
portugueses (qué mira que son pacientes), parece que ya andan en ello.
Sumémonos
al carro, e invitemos a alemanes, austriacos, holandeses, franceses, daneses,
finlandeses . . . y también a los ingleses
(entre otros)
Porque
todos vamos en el mismo barco y ésta no es una guerra entre países, sino entre “clases”
La
de los parásitos, saqueadores, sicarios y tiralevitas agradecidos (y bien
cebados) por un lado, y la de los ciudadanos que trabajan y producen por otro.
Saludos.
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