Donde
dije digo, digo Diego:
Ayer,
víctima de mi (infundada) “suficiencia” y falta de rigor, volví a meter la pata
atribuyendo a Alberto Garzón Espinosa un artículo de Eduardo Garzón Espinosa.
Bueno,
pues resulta que Eduardo Garzón Espinosa existe, y no sólo eso, sino que tiene
un blog (qué coño será un blog), es decir una página en internet bastante bien
maquetada y agradable a la vista, por cierto.
Y
también, conceptual e informativamente, bastante nutritiva.
Por
eso rectifico y confieso arrepentido que el artículo que ayer atribuí a Alberto
Garzón Espinosa, era realmente de Eduardo Garzón Espinosa.
Me
gustaría añadir que supongo que son hermanos, y además, bastante afines.
Pero
tras el traspié de ayer, y pese a que ambos han nacido en La Rioja (bueno, uno
en “La Rioja” y el otro en “Logroño) y que físicamente se parecen bastante, no
me atrevo a afirmarlo y lo dejo ahí como una mera suposición.
La
parte buena de mi metedura de pata es el descubrimiento de la página de este
buen señor.
Saludos.
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