Efectivamente tenemos que empezar a practicar en todos los frentes en que
podamos, y siempre que estemos convencidos de nuestra legitimidad moral para
hacerlo, la Desobediencia Civil.
Tanto los funcionarios, (médicos, enfermeros, inspectores, interventores,
maestros, bomberos, arquitectos
ingenieros, economistas, . . .) en el desempeño de sus respetivas funciones
(que ejercen en nombre y a favor de los ciudadanos) como nosotros, el personal
de “a pie”, cumpliendo honesta y eficazmente nuestros respectivos trabajos,
tenemos que crear un ambiente de regeneración social que asfixie todo
comportamiento inmoral, cómplice o delictivo.
Tenemos que dejar de reír las gracias de los “espabilaos” que medran en
este caldo de cultivo y censurar severamente manifestaciones como las de la impresentable
e irresponsable señora Presidenta de la Comunidad de Madrid Doña Esperanza
Aguirre (Newman) y Gil de Biedma, condesa consorte de Murillo, que, además de
arrasar todo el sistema de derechos sociales de su “taifa” madrileña, se
permite la grosería de burlarse de los ciudadanos con ese tonillo zarzuelero que
tan atinadamente alguien describió hace unos días.
Bueno; lo que pretendía era recomendar este muy corto y atinado artículo de
Maruja Torres
El
personal del Congreso en armas contra los diputados (Maruja
Torres, El País 12-VII-2012)
Saludos, y atentos, que el día viene un tanto cargado.
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