En primer lugar hay que evitar distraer la
atención, de aquí al jueves, sobre la apuesta más importante que tenemos los
que no estamos de acuerdo con la inevitabilidad de la “doctrina del Shock” y, cándidos
de nosotros, pretendemos plantarle cara apoyando una Huelga General que
convocan los Sindicatos.
Unos Sindicatos a los que tendríamos mucho que
reprochar, pero que, al fin y al cabo, con la convocatoria de esta huelga y su
innegable capacidad organizativa y de influencia en las grandes empresas,
funcionarios y otros colectivos laborales, harán posible que podamos visibilizar
nuestro rechazo.
Hasta que pase ese día, mejor no andar
enredando.
Después, convendría no olvidar como, el 10 de
junio de 2003, hace casi 9 años, un sujeto llamado Eduardo Tamayo Barrena y una
sujeta llamada María Teresa Sáez (ambos diputados electos del PSOE) le robaron
el gobierno a la Izquierda por ser tan ingenuos como para fantasear con el
reparto de Consejerías antes de haberse constituido la Asamblea.
Afortunadamente no parece que estemos en una
situación parecida ya que previsiblemente IU se limitará a facilitar la
investidura de D. José Antonio Griñán y a recordarle los puntos de su propio
programa para ver cuantas cosas pueden hacer de común acuerdo.
Que estoy convencido que son muchas y muy
importantes, siempre que, por la derecha, el ala de los socialdemócratas afines
a la “tercera vía” (Blair, Schröder, Zapatero, ¿Rubalcaba?, Prisa . . .) y por
la izquierda, los maximalismos de personas tan carismáticas como el Sr. Sánchez
Gordillo (alcalde de Marinaleda) lo consientan y renuncien a poner palos en la
rueda del acuerdo.
Sobran las razones y una colaboración de mínimos
no impedirá a unos y a otros reivindicar sus convicciones personales.
A muchos nos bastaría con que quedarán claras
tan sólo dos cosas:
1ª Los
servicios públicos son un Derecho y no se tocan. Si hace falta dinero para
mantenerlos se busca, que, ya que tanto se les llena la boca a algunos con la
palabra Europa, con simplemente acercarnos un poco a su sistema fiscal y
redistributivo, seguramente sobrará.
2ª La corrupción
no puede ser ni disimulada, ni comprendida, ni amparada bajo ningún concepto y
en ningún grado.
Adicionalmente, y ya que el Sr. Griñán al
parecer lo lleva en su programa, quizá, sin llegar a la nacionalización de la
banca que propone el Sr. Sánchez Gordillo (y que a mí me encantaría), se pueda
hacer algo más modesto pero igualmente eficaz, que es crear un banco Público. O
sea, “enseñar los dientes” a la banca nacional. Y “palo al mono, hasta que se aprenda el catecismo”.
Y, como esa, otras muchas cosas más.
Así que, de momento “tranquilidad y buenos alimentos”
y a no entrar al trapo de las provocaciones que pretenderán azuzar a los unos
contra los otros desde este mismo instante.
¡Ah!: y a confiar en el buen criterio de los
votantes del CERA (Censo Electoral de Residentes Ausentes), que yo pienso que
nos van a dar una alegría.
Saludos.
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