Vaya por delante que personalmente jamás he considerado que la
marcha de la “bolsa” y la “prima de riesgo” sean indicativas de la marcha de la “economía real” (la que produce y genera puestos
de “trabajo no parasitario”) sino simplemente “herramientas”; publicitaria una
y de extorsión la otra.
Sin embargo esas dos "engañifas"
pueden servir como “indicador adelantado” de “por dónde” nos vendrán los
sobresaltos.
Digo esto porque, aún
no le ha dado tiempo a nuestro futuro presidente de gobierno ni para empaquetar
la muda para su primera noche en la Moncloa y ya están los malhadados “mercados”
repicando en la aldaba del (futuro) nuevo gobierno (que ni nombres tiene aún) y
uno no sabe si semejante repique es de “bienvenida” o de “amenaza”.
Cabe suponer que
simplemente están intentando ponerle fácil los primeros “hachazos” haciéndonos
ver a los agredidos que la "decisión" no es suya (ya que hasta ayer nos prometió
que “el parto” se llevaría a cabo sin dolor), sino de los “imparciales” y “asépticos”
mercados que, vista la falta de rigor del señor Zapatero y su gobierno que únicamente
se han limitado a congelar las pensiones, bajar el sueldo a los funcionarios,
reducir las inversiones, mantener el volumen de deuda pública por debajo de la
media europea y modificar la hasta ayer “intocable” Constitución, exigen sin
demora un nuevo “tributo de las 100 doncellas” para “aplacar” al “minotauro” de
las agencias de descalificación y contentar a su “alcahueta” en Europa (la Sra.
Merkel) que es quien les proporciona la “carne fresca”
Quizá, como digo, tan
sólo se trate de "ayudarle" para que inicialmente no tenga que “arrimarse” y
corra el riego de que el “astado” le deje con “la taleguilla” al aire sin haber
podido ensayar un solo capotazo.
Gesto digno de
agradecimiento, sobre todo teniendo en cuenta el previsible entumecimiento
muscular de estos dos meses de “inmovilidad” practicando la "suerte" de “don Tancredo”
en mitad de la plaza sin mover un músculo.
Pero también cabría
interpretar esta andanada (bajada del IBEX y repunte de “la prima”) como un “aviso
para navegantes”, para recordar al interfecto que “el padrino” no se anda con
chiquitas y no quiere “titubeos”.
O mañana mismo (pasado
a más tardar), ha emprendido un programa de “privatizaciones” (léase ventas a
precio de saldo) flexibilización del mercado de trabajo (despido más barato, si
es “libre”, mejor), subida de impuestos (a los de abajo, es decir el IVA),
rebaja de salarios (a los funcionarios, como Grecia, Irlanda y Portugal) y
garantías de beneficio e inmunidad a determinados ladrones (banqueros y
promotores inmobiliarios) o, si no es capaz de hacerlo, le enseñarán el camino
del desagüe por el que se fueron, hace ya algún tiempo y salvando las
apariencias, los presidentes de Irlanda y Portugal y, más recientemente y sin
tantas contemplaciones, los señores Papandreu y Berlusconi.
Es imprescindible
dejar las cosas claras y el camino despejado porque los siguientes “bolos” de
la partida (Francia y Bélgica) pueden resultar problemáticos si la “pista” no está
desatascada.
Ignoro cuál de los dos
es el mensaje, pero no me gusta ninguno de ellos.
En
todo caso, ándese con ojo, Sr. Rajoy, que "esas gentes" no nos quieren bien, ni a
mí (con motivo), ni a Usted (sin él).
Saludos.
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