Noticias frescas.
Leo en el Expansión.com
y en El
Economista.es, (el resto de los digitales aún no lo publican), que
Grecia convocará un referéndum para que los ciudadanos decidan si aceptan los
nuevos recortes impuestos por la “madrastra” Europa.
¡Ya podía haberlo propuesto antes el Sr. Papandreu!.
A estas alturas ya tiene medio desmantelado el país y se ha comprometido
a lo que no podrá cumplir, ni aunque venda toda la acrópolis, Partenón
incluido.
De todos modos, más vale tarde que nunca.
Veremos a ver que harán los ciudadanos griegos a los que, desde este
momento, les lloverán las amenazas si osan oponerse.
A mí, personalmente y a sabiendas de que las consecuencias inmediatas no
caerían sobre mis costillas, me gustaría ver un corte de mangas similar al de
Islandia.
Pero, como digo, desde mi “silla española” tiene poco mérito recomendar a
los otros que “rompan la baraja” y, si el empeño sale mal, sean ellos quienes se
lleven “los palos”.
No obstante será algo digno de verse, tanto “las agallas” o “la prudencia”
que puedan demostrar los griegos, como la respuesta de “Mercozy” si los griegos
se llaman “a andanas”.
Estaría por apostar (y por supuesto, perder, una vez más) a que, en ese
caso, los pesos pesados del tinglado (Merkel, Sarcozy, el BCE, el FMI y demás
ralea) buscarían una solución que evitara “la debacle”
No tanto porque no puedan permitírsela, o porque les preocupen un comino
los griegos, sino por “no dar ideas” y no “encabronar” más el ambiente ya que está
un tanto cargado y, si a algún espontáneo le da por gritar ¡fuego!, podemos
tener un episodio parecido al del “teatro Novedades” sólo que de alcance
mundial, ya que la “puerta de salida” de los mercados es tan estrecha como,
parece ser, era la del citado teatro.
Y, al igual que entonces, es probable que, con las prisas, algún cojo con
muletas se caiga y se atraviese en el pasillo.
Lo dicho Sr. Papandreu, sus conciudadanos votarán sí, o tal vez no, pero
ese es su derecho. Y la obligación de Usted es: preguntarles.
Decidan lo que decidan, saldrán ganando, al menos en dignidad.
Parte de los dineros ya los tienen perdidos y sólo se trata de decidir “a
partir de ahora”
¡Atentos! (como dice D. Miguel Ángel Aguilar)
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