Y
conste que soy consciente de que usted tan solo es “reponsable” de una falta de
educación a los ciudadanos del país que visita al permitir que dicha visita se
sufrague con dinero público y, además, consentir que su delegado en España el
Sr. D. Ángel María Rouco, mienta publica y descaradamente negando dicha subvención.
Me
incomoda porque mi necio gobierno eleva al rango de visita institucional lo que
no es sino una gira publicitaria de una organización privada, que recala en mi país
para hacer publicidad de su peculiar “negocio”.
Me
incomoda porque mis representantes institucionales acudirán a rendir pleitesía a
una organización que, desde el punto de vista de las leyes civiles, no es otra
cosa que una asociación de ciudadanos particulares unidos por lazos de
convicción, o afinidad que, aun siendo muy respetables, no debiera ser
favorecida por el Estado ni sus instituciones, más allá de garantizar su
libertad de celebración y la seguridad y libre circulación de los asistentes en
los mismos términos que otras celebraciones festivas o deportivas.
Y
me incomoda, entre otras razones, por lo incongruente e insultante que resultan
estos dispendios por parte de un gobierno y unas instituciones que no pierden
ocasión en aleccionarnos sobre la necesidad de “recortar gastos” mientras
costean una parte de un festejo privado.
Y
no estoy hablando de la “cantidad” sino del “mal ejemplo”.
Para
que usted lo sepa, y frente al discurso oficial de sus acólitos, su particular “festejo”
lo financiaremos (en gran parte) todos los ciudadanos incluidos los que como
yo, estamos en desacuerdo, no con su visita, sino con costearla.
Y
si no, compare la diferencia de tratamiento entre “su visita” y otros
acontecimientos de similar relevancia y concurrencia como son las celebraciones
de las victorias de los equipos de futbol, o la celebración de las fiestas del
orgullo gay.
Ni las
celebraciones de las victorias de los equipos de futbol, ni la fiesta del
orgullo gay se declaran de “utilidad pública”.
Esto nos costará a los ciudadanos,
la pérdida de los impuestos que dejarán de ingresar los patrocinadores al justificar
como “gasto” lo que no es más que “liberalidad”
Ni a las celebraciones de las victorias de los equipos
de futbol, ni a la fiesta del orgullo gay se les ceden gratuitamente polideportivos
y edificios públicos (693, al parecer) para alojar a sus asistentes
Esto,
como poco, nos costará a los ciudadanos el importe de las horas de trabajo de
los responsables de mantenimiento y vigilancia de dichos edificios.
Ni para las celebraciones de las victorias de los equipos
de futbol, ni para la fiesta del orgullo gay se cortan al tráfico dos arterias tan
importantes como el Paseo del Prado y la Gran Vía durante una semana.
Ni a las celebraciones de las victorias de los equipos
de futbol, ni a la fiesta del orgullo gay se les cede el uso de la nueva sede
del Ayuntamiento (edificio de Correos) como vestuario, o el Palacio de Congresos y
Exposiciones (alquilado por la administración para cederlo gratuitamente) como “centro de prensa” del festejo.
Ni a las celebraciones de las victorias de los equipos
de futbol, ni a la fiesta del orgullo gay asisten los representantes de las
instituciones públicas salvo que lo hagan a título
personal.
Ni a las celebraciones de las victorias de los equipos
de futbol, ni a la fiesta del orgullo gay les rinden honores ninguna representación
de las fuerzas armadas o cuerpos de seguridad del Estado o las instituciones
públicas.
Y
no vale decir que los que acuden lo hacen voluntariamente. No concibo que en la
fiesta del orgullo gay se presentaran 300 guardiaciviles, policías o
legionarios, en formación y de uniforme, alegando que lo hacían voluntariamente
y “el Estado” lo consintiera.
Ni a las celebraciones de las victorias de los equipos
de futbol, ni a la fiesta del orgullo gay se les publicita desde las fachadas
de los edificios públicos.
Ni a las celebraciones de las victorias de los equipos
de futbol, ni a la fiesta del orgullo gay se les facilitan abonos de transporte
(600.000 al parecer) con un 80% de
descuento.
Ni a las celebraciones de las victorias de los equipos
de futbol, ni a la fiesta del orgullo gay se les incentiva con el acceso
gratuito a distintos e importantes museos y monumentos para los asistentes “de
pago” (a la iglesia).
Por
esas y otras razones que exceden el propósito de este “memorial” su visita me
incomoda y quiero que usted lo sepa.
Y
que, ya que incomprensiblemente vamos a pagar su campaña publicitaria y su “baño
de masas”, tenga la delicadeza de no despotricar contra las leyes que, mejores
o peores, nos hemos otorgado libremente sus involuntarios anfitriones y no sume
el insulto y la ofensa a quien le acoge, al desparpajo y falta de educación de
venir “de gorra”
Por
estas razones acudiré esta tarde a manifestarme en contra de las decisiones de
mis necios y arbitrarios representantes.
Por lo demás, deseo que usted y su clientela
disfruten de su fiesta.
Atentamente.
Pedro González
2 comentarios:
Puedo estar de acuerdo o no. pero lo que no es de recibo por ninguna de las 2 partes es el enfrentamiento que se produjo ayer en Sol. No a los insultos, No a la división entre gente.
No deberia haber gente que se beneficie de esta división.
Absolutamente de acuerdo.
No nos representan "los unos"; y estoy convencido de que tampoco les representas "los otros" y por eso invertí un rato en afear su conducta a los estúpidos que no saben distinguir entre crítica (las pancartas lo decían todo) e intimidación.
Pues aunque mientras yo estuve presente no hubo ningún tipo de intento de agresión, los silbidos y abucheos a los chicos que salían de la boca del metro de Sol, aparte de una falta de educación y consideración a quienes nada han tenido que ver el asunto y vienen en son de paz (casi todos), suponen una agresión psicologica y moral que, aunque yo obviamente, no lo viví, me trajo a la memoria la situación de los judíos en la Alemania Nazi en vísperas de la 2ª guerra mundial.
Afortunadamente fue algo muy puntual y podría haberse minimizado o evitado si los "madelman" de la policía hubieran andado un poco mas atentos.
En todo caso pido disculpas a nuestros visitantes por la burricie y falta de mollera de algunos pocos.
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