No es que me entusiasme
hacer propaganda de quienes, en mi modesta opinión, se han desautorizado
moralmente a sí mismos, por su estúpida e incongruente actuación en estos tres
últimos años.
Me refiero al PSOE y, sobre
todo, al Gobierno del PSOE que lleva, como digo, dos largos años dando patadas
al sentido común y la justicia social en el trasero de la ciudadanía.
Por mi parte, no pienso
olvidarlo. Y que conste que no me tengo por rencoroso.
Pero no deja de ser cierto
el planteamiento que hace el periodista José García Abad en un artículo de “elplural.com”
(habitual turiferario del partido en el gobierno) y coincido con dicho señor en
que lo que está proponiendo D. Alfredo Pérez Rubalcaba, con independencia de si
es oportunista y de que ya podía haberlo hecho antes (que para eso mandan) no
es un “giro a la izquierda” sino, como
mucho, una (tímida) vuelta al “sentido común” y la “coherencia” con las siglas
de su partido.
Lo de “tímida” lo digo yo.
Porque, aunque me parecen bien todas las cosas que propone, pienso que se queda
corto en muchas de ellas y echo en falta otras, a mi juicio, no menos “imprescindibles”;
como es la creación de una banca pública, o el anuncio de su intención de no
permitir más privatizaciones de servicios, ni venta del patrimonio del Estado.
En todo caso, aunque llegue
tarde y quizá forzado por las circunstancias (si no, no entiendo qué ha hecho
hasta ayer), bienvenido sea este cambio de tercio.
Efectivamente, por la
impresentable actuación del gobierno que les representa, el PSOE es merecedor,
de un largo tiempo de ayuno y abstinencia “de poder”.
Pero igualmente, creo que una
gran parte de sus militantes no tienen más culpa que la de no haberles echado a
patadas, o exigido algo más de dignidad en el ejercicio del poder.
Y por otra parte, aún tengo
en la memoria la “lección” que el electorado propinó en 1995 al Partido Socialista Francés tras expulsar a
Lionel Jospín de la 2ª vuelta electoral con el “magnífico” resultado de que todos
los socialistas y votantes de “izquierda” tuvieron que “perder el culo” para ir
a votar a Jacques Chirac (que "sólo" duró 14 años y fue sucedido por Nicolás Sarkozy), para
evitar tener como Presidente de la República Francesa a un sujeto de la
catadura moral de Jean Marie Le Pen.
Señor Rubalcaba, será
difícil que yo le vote; pero sea bienvenido al “sentido común” y la coherencia
en las ideas.
Que tenga suerte.
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